lunes, 20 de octubre de 2008

Santos, santitos, santotes

El domingo pasado me salí con la intención de ir al Franz Mayer a ver la exposición de fotografía. Estaba hasta su máaaxima capacidad, así que decidí meterme a las iglesias aledañas a ver qué misterios insondables develaba y he aquí mis descubrimientos:
1. Este pobre San Juditas, una de dos, o anda de capa caída por la muerte del Canaca (con eso de que ya le quiere quitar la chamba) o anda arrastrando la cobija por alguna poco santa que o colgó los hábitos o nomás se los subió.




2. Hay que ver el miedo que pueden causar los santos tétricos como el siguiente. Ha de ser el Santo Patrono de los encarcelados o una especie de Cristo tras las rejas. Por si las moscas, mejor me quité de ahí cuanto antes no sea que también me jueran a entambar.
3. Este de la mitra me dejó ano-nadado: "San Nicola de Bari". ¡Ah, chingá! ¿Qué ese no era el que cantaba: "Sé que bebo, sé que fumo..." Ps' igual y ya se regeneró.

4. Otro impúdico más. Lo que nos faltaba. Este San Peregrino Laziosi, ha resentido tanto la recesión gabacha y el estornudo del doctor Carstens que ya se decidió mejor a encomendar el alma y ofrecer el cuerpo. ¡Así que digamos mal chamorro, no tiene!

5. Y ahora con ustedes, Saaaann, ah caray, ¿es Vishnú o es San Charbel que ya se volvió más mañoso? ¿O será el doctor Octopus con camuflaje? Uhhmmmm!!! U, opción 4, este sí que sabe darse placer a cuatro manos. Hagan sus apuestas.
¡Otro mundo nos vigila!